Contagiar salud.
Ahora que notas que las temperaturas comienzan a descender por las noches, que la ropa que llevas puesta la percibes algo escasa, y que pronto hablaremos de contagiar enfermedades varias, por ejemplo, respiratorias: epidemias de catarros y gripes en los niños con su vuelta al cole, o entre compañeros de la oficina…¿Te has planteado la perspectiva de que este otoño con tu cambio de hábitos, aparte de mejorar tu vida, puedes… ¿Contagiar salud?
Es otro estupendo motivo para plantearse el mantenimiento de esos buenos hábitos que ya tienes ó para modificar algunos de los que quizás no estés tan orgulloso ó adquirir otros nuevos. Un motivo más que puede ayudarte a proporcionarte ese pequeño empujón para iniciar tu puesta en marcha.
Yo ya venía sospechando que algunas personas que practican ejercicio ó se alimentan de determinada forma ejercen un efecto dominó sobre las demás. Y no me refiero sólo a personajes famosos con gran repercusión mediática.
Hablo de estas personas, por ejemplo que con sólo cruzártelas te alegran el día, y que te dejan preguntándote ¿Cómo lo harán para estar con esa actitud ante la vida y de dónde sacarán esa energía que trasmiten?. ¿Conoces alguna?
Leyendo este artículo «Todo se puede contagiar, incluso la felicidad», puedes encontrar algunas claves que tienen su base científica: la empatía, las neuronas espejo… pero es que todo ello repercute, y mucho, en nuestra salud: entornos vecinales que ayudan a adelgazar, la compañía que favorece un mejor control de la presión arterial, la influencia de una pareja pesimista u optimista en las visitas al hospital en un período de convalecencia post-infarto…
Buscando algunas publicaciones con algún apoyo más consistente acerca de ello, me encuentro con que «El ejercicio físico puede ser contagioso», de SEMFYC (Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria) en él se habla de cómo afectan nuestras decisiones y acciones a las decisiones y acciones de nuestros contactos, a través de un interesante estudio «Exercise contagion in a global social network»
O las conclusiones del Estudio Fowler que se recoge en una estupenda entrada del blog ¿Es la obesidad contagiosa? del Grupo de Prevención y Promoción de la Salud PAPPS -Semfyc que podeís ver aquí.
En estos estudios se llega a interesantes conclusiones que abren la puerta a encontrar nuevos caminos de intervención para la promoción de hábitos saludables, no sólo ya en incidiendo en las personas de forma independiente sino incorporando los contextos sociales de esas personas e intervenir en ellos para potenciar esa cambio de hábitos.
Estas lecturas me han llevado a pensar, en lo profesional, que desde una intervención de coaching más amplia que contemple ese contexto social pueden potenciarse los resultados de los procesos de coaching individual en la obtención de objetivos de promoción de la salud.
A mí me parece un estupendo enfoque para comenzar el curso con nuevos propósitos y nuevas motivaciones.
¿Contagiar salud? ¿Por qué no?