Durante esta semana se ha celebrado el Día Mundial del Cáncer. He leído algunos buenos artículos, aquí y aquí , que hablan lo que hace tiempo ya se sabe: que la prevención es el factor más importante en la lucha contra esta enfermedad, tanto es así que la Asociación Española Contra el Cáncer habla de un 40% de cánceres evitables en el futuro a través de hábitos y estilos de vida saludable.
En otras fuentes se habla de que aproximadamente un 30% de los fallecimientos por cáncer se deben a factores de riesgo conductuales y dietéticos: un índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras , la falta de actividad física , el consumo de tabaco, y el consumo de alcohol.
Cada vez es más evidente que los modelos de atención médica actuales, que se desarrollaron a mediados del siglo pasado, precisan ser repensados en el futuro próximo, y que ya no son tan efectivos para tratar otras necesidades emergentes, como las que plantea por ejemplo en la actualidad, el cuidado debido a las enfermedades crónicas no transmisibles.
Es el momento de la telemedicina, de la supervisión remota, de los dispositivos inteligentes y portátiles. De aprovechar nuevas formas de interactuar para cambiar las relaciones con nuestros proveedores sanitarios en el futuro.
Pero sin ninguna duda, también, en los próximos años se precisarán intervenciones intensivas que pongan el foco en incentivar los cambios en los hábitos individuales para el control de esas enfermedades no transmisibles. Principalmente modificando las dietas poco saludables, la inactividad física, el consumo de tabaco y el abuso de alcohol.
El Foro Económico Mundial también insiste en que acelerando y propiciando estos cambios en las conductas de las personas de forma sostenida en el tiempo será la forma de conseguir reducciones en la prevalencia de estas enfermedades contribuyendo a mejorar la salud de las poblaciones en el futuro.
Lo llaman Salud Centrada en las Personas «Human-Centric Health», (os dejo aquí el documento completo ) y realizan una llamada a la acción para que los individuos,
2. Desafíen sus hábitos inconscientes. Estén atentos a las nuevas recomendaciones de comportamientos beneficiosos para su salud y actúen frente a los riesgos de las enfermedades crónicas no transmisibles de la forma más racional y lógica posible.

Me ha parecido ilustrativo un vídeo al que he tenido acceso esta semana, patrocinado por una empresa de tecnología dentro del World Economic Forum ¿What does the future of health look like? en la que los niños de hoy nos hablan de la salud del futuro y cómo se la imaginan: por supuesto con más tecnología, dieta saludable, ejercicio, ser positivo y…responsabilidad de uno mismo y de …sus padres.
Para la reflexión os comparto también este artículo que se publicó en El Mundo esta semana acerca de la educación en materia de salud en los centros educativos:«Falla la educación en salud en los colegios»
¿Y en las familias? ¿Qué educación en salud transmitimos a nuestros hijos para su salud en el futuro?
!Hasta pronto!